Primeros pasos de Ban Ki-moon en la ONU

Aunque sea tópico el conceder los famosos 100 días de beneficio de la duda o de periodo de prueba a cualquier persona que llega a un alto cargo, es también un hecho, que las primeras decisiones que se toman una vez instalado en él, suelen ser presagio de lo que acontecerá en el periodo posterior. Por ello, y con toda la confianza y deseándole la mayor de las suertes en su futura andadura como nuevo Secretario General de la ONU al coreano Ban Ki-moon al frente del organismo multilateral, no está de más analizar algunas de las decisiones que ya ha tomado, y de recordar algunos de los retos a los que se enfrenta la ONU en el Siglo XXI. Todo ello considerando el otro tópico habitual en estas ocasiones : el cargo de Secretario General de la ONU es el « más imposible » del mundo.

La primera decisión, o mejor no decisión, polémica, ha sido el no condenar con claridad la ejecución de Sadam Hussein y, en general, la pena de muerte. El descontento creado en ciertos sectores de la opinión pública y en algunos organismos de la propia ONU por esta « no decisión », ha llevado en días posteriores a que el Secretario General haya tratado de ejercer sus buenos oficios diplomáticos para suspender, o aplazar al menos, la ejecución del resto de los condenados. Pero el hecho de que se considere que la pena de muerte es simplemente materia de la jurisdicción interna de los estados y de que la ONU no puede ni debe opinar al respecto, resulta preocupante. Máxime en un caso como éste en el que el juicio careció de las garantías procesales mínimas, y en el que incluso la ejecución se realizó, como posteriormente se ha evidenciado, en condiciones que nada tienen que ver con el respeto a la dignidad humana. Ki-moon proviene de un país en el que existe la pena de muerte y de un continente en el que, con China a la cabeza, se ejecutan cada año a cientos de personas. Pero ello no debería hacerle olvidar que la abolición de la pena de muerte es una reivindicación cada vez más extendida, y que es la única posición congruente con la Carta de las Naciones Unidas y con la Declaración Universal de Derechos Humanos. Leer más